¿Tu relación es tóxica, como saberlo?

Considero que las relaciones son para llenarnos de felicidad, para tener compañía, momentos especiales e inolvidables, incluso si está dentro de un matrimonio, siempre resguardando los derechos y deberes de cada quien sin apropiarse el uno por el otro, nadie nos explica nada sobre las relaciones interpersonales, sobre la sexoafectividad, sobre las relaciones de pareja y nos hacemos ciertas preguntas: ¿Qué debemos esperar de nuestra pareja? ¿Qué está bien y qué mal en la relación amorosa que llevamos?

La violencia de género es una realidad en nuestra sociedad y la preocupación por la prevalencia de problema. Es considerado que todo proviene desde la niñez, de cómo nos trataban nuestros padres, de que consideramos que está bien o que está mal, es un hecho que los adolescentes del siglo XXI siguen sufriendo maltrato físico y/o psicológico. ¿Tal vez deberíamos esforzarnos en dar una educación adecuada sobre lo que es y lo que no, para que el día de mañana cuando tengamos pareja podamos llevar una relación sana?

Afortunadamente, ha habido una gran cantidad de investigación científica sobre las relaciones de pareja, en las últimas décadas, que han permitido saber más sobre las relaciones tóxicas.

Signos de alarma que nos pueden hacer sospechar si llevamos una relación tóxica o no:

Dentro de los puntos que debemos evaluar para conocer que está pasando son los siguientes:

1. No te hace feliz ni te deja crecer como persona:

Una relación que te hace llorar más veces de las que te hace reír, es probablemente una relación que no te deja crecer como persona. Está claro que la felicidad no nos la aporta nadie, somos nosotros mismos quienes debemos encontrarla, pero una relación de pareja debe aportar alegría y fomentar nuestra propia felicidad. Nuestro crecimiento personal es un pilar fundamental de nuestra felicidad y una relación de pareja debe fomentar siempre el crecimiento de ambos miembros, no cortar las alas. Debe darnos el apoyo necesario para hacernos crecer, debe ser uno de los pilares que apoya nuestro crecimiento.

2. Relaciones que se rigen por el chantaje emocional:

Cuando nuestra pareja usa constantemente el chantaje emocional para conseguir que hagamos exactamente lo que él o ella quiere. Una relación sana debería estar basada en la libertad individual de cada uno. No se debe usar este chantaje en beneficio de uno mismo. Son relaciones en que siempre sale perdiendo el mismo que se deja engañar con el chantaje.

3.  Relaciones de exclusividad:

Nuestra pareja no debería decidir con quién salimos a tomar algo o con quién nos podemos relacionar. Una relación sana respeta nuestras amistades y a nuestra familia y fomenta nuestras relaciones con ellos si sabe que eso nos hace feliz. Si desde que hemos iniciado esa relación, hemos dejado de salir con nuestros amigos y de relacionarnos con nuestra familia, puede que algo no vaya bien. Aunque es cierto que al principio de una relación siempre dejamos más de lado otras relaciones, esto no debería durar mucho tiempo y mucho menos deberse a la coacción de nuestra pareja.

4.  Vampiros energéticos:

Son personas que necesitan nuestra energía para vivir. Sentimos que empezamos el día con muchas ganas, fuerzas renovadas y optimismo y estas personas nos van dejando sin esa energía, notamos como esa relación nos va desgastando y nuestra vitalidad disminuye. Por lo general son personas pesimistas que no ponen ilusión en las cosas y usan nuestra energía para alimentarse. Al final sentimos que ya no nos quedan fuerzas. Son personas que usan el victimismo y las quejas constantemente y después no hacen nada para cambiar lo que no les gusta.

5. Relaciones que utilizan la culpa:

Son constantes los reproches sobre hechos del pasado que parece que constantemente tienes que subsanar. Hagamos lo que hagamos, nunca es suficiente para borrar el error que cometimos hace ya mucho tiempo.

Además, siempre tenemos la culpa de nuestras discusiones y del malestar de nuestra pareja.

Las relaciones que usan los reproches y los sentimientos de culpa, son relaciones que nos hacen sentir mal y además no hay nada que podamos hacer para que esto desaparezca porque siguen reprochándonos los errores y culpándonos por todo lo que pasa.

6.  Los celos no son amor:

Una persona celosa no nos quiere más que una que no lo es. Hay un dicho que algunas parejas dicen: “Donde hay fuego hay humo y donde hay amor hay celos”, es completamente un mito. Las relaciones de pareja deben estar construidas sobre la confianza. Nuestra pareja no debe desconfiar de nosotros constantemente, no debe tener la necesidad siempre de justificar lo que hacemos, lo que decimos o con quién nos relacionamos. Los celos no reflejan su amor, reflejan su inseguridad y su desconfianza. Nadie debe decirnos qué ropa te debemos ponernos o a quién podemos mirar o no.

¿Qué podemos hacer ante una relación tóxica?

Creo que ante todo debemos de identificarla si es tóxica o no, ya dándote algunos tips puedes sacar tus propias conclusiones y hay muchas más razones que no expongo acá. El segundo paso es tratar de cambiar la relación. Si sigues haciendo exactamente las mismas cosas, todo seguirá igual y saldremos perdiendo una y otra vez.

Para cambiar nuestra relación debemos hablarlo con nuestra pareja, describirle lo que no nos hace feliz y lo que necesitamos que cambie. Nuestra pareja debe decidir si quiere o no hacer ese cambio. Recuerda que no se trata de hacernos un traje a la medida.

Tal vez, solo con la buena intención, no sea suficiente y tengamos que acudir a una terapia de pareja. También puede pasar, que nuestra pareja no esté dispuesta a hacer ningún cambio porque la relación le gusta tal y como está. En este caso, debemos decidir si nos vamos o nos quedamos, debemos decidir si seguimos o no con esa relación.

Mi recomendación: Lo que nunca deberíamos de hacer es esperar a que algo cambie con el tiempo, porque eso no pasará. Las relaciones siguen una inercia y una dinámica que es muy difícil de cambiar. Si lo que vivimos no nos gusta ni nos hace feliz, debemos cambiarlo nosotros mismos y no esperar a que cambie por sí solo. Frases como: “cuando nos casemos confiará más en mi” o “con el tiempo cambiará”, seguirán esa misma relación tóxica durante más y más tiempo, ¡así que evaluemos como llevamos nuestra relación!